El Colegio Jesús Obrero de Comas fue fundado antes de la creación oficial del distrito, y su historia está profundamente vinculada a la figura del padre oblato María Inmaculada Andrés Godín, responsable de la parroquia Nuestra Señora de la Paz. Godín estudió el contexto social de la época para identificar las necesidades de los asentamientos urbanos.
Con el apoyo de una base de datos elaborada a petición del arzobispo Juan Landázuri Ricketts, Godín consideró urgente crear un colegio técnico para los jóvenes de la zona y uno de los lugares previstos para ello fue el proyecto urbanístico Huaquillay, en la carretera Lima-Canta y liderado por la familia Fernandini y el Banco de Crédito del Perú. Esta zona era sumamente estratégica ya que sería de las primeras en contar con servicios de agua, desagüe y electricidad, esenciales para el funcionamiento de las máquinas y talleres del colegio, así como para los servicios médicos y dentales de la comunidad. Aquí, el padre Godín logró instalar la sede parroquial de Nuestra Señora de la Paz y el futuro centro educativo.
Godín contó con el apoyo de Enrique Ayulo, presidente del Banco de Crédito, y de Alfonso Rizo Patrón, ministro de Fomento y Obras Públicas. En 1960, los oblatos recibieron 19,800 metros cuadrados de terreno. Las obras fueron construidas con el respaldo del ejército peruano, que protegió los terrenos de posibles invasiones. También se construyó la parroquia Nuestra Señora de la Paz, inaugurada en noviembre de 1960 con la presencia del arzobispo de Lima.
Gracias a las conversaciones con el presidente Manuel Prado y su esposa Clorinda Málaga, el 17 de noviembre de 1961, según la Resolución Suprema N.º 360, el Ministerio de Educación firmó un convenio para crear un colegio técnico dirigido por oblatos, adoptando el nombre de Colegio Industrial Nuestra Señora de la Paz. La señora Málaga se comprometió a construir los tres primeros talleres para enseñar electricidad, ebanistería, automotores y mecánica a la juventud de Comas. Sin embargo, hacía falta más apoyo económico, por lo que la institución alemana MISEREOR (Obra Episcopal de la Iglesia Católica Alemana) entregó $60,000 para adquirir máquinas y herramientas, y envió a algunos profesionales alemanes para formar y capacitar a los estudiantes. Ese mismo año, una flota de camiones llegó a la parroquia con máquinas importadas de Estados Unidos, y otras empresas privadas y asociaciones también colaboraron financieramente con el colegio.
Otros docentes que llegaron del exterior fueron los Hermanos de la Caridad de Montreal y de esa forma Jacques Blanchard y Luc Nolet Gilbert asumieron la dirección del colegio. En los años posteriores, los directores fueron oblatos y otros Hermanos de la Caridad. El colegio abrió sus puertas el 25 de febrero con 109 alumnos. Con la llegada del agua potable en 1963 y la corriente eléctrica en 1964, el colegio pudo mejorar su oferta educativa. Gracias a la gestión de Luc Nolet, el colegio incorporó la secundaria completa a la formación técnica y, desde 1965, se denominó Instituto Piloto de Capacitación para el Trabajo Industrial Jesús Obrero.
El colegio supo sortear audazmente los desafíos económicos, y para impulsar el emprendimiento de sus egresados, se formó la cooperativa de ahorro y crédito Jesús Obrero en 1965, permitiendo a los estudiantes obtener préstamos para iniciar sus propios proyectos empresariales. Tras la renuncia del hermano Nolet como director, el trabajador social y hermano de la Caridad Bernardo Boulay asumió la dirección del colegio en 1990. La institución resistió tanto la crisis económica de la época como el impacto de la violencia terrorista, que llegó a afectar las instalaciones del colegio con explosiones de coches bomba.
En 1996, el padre oblato Víctor Atúncar asumió la dirección. Sin embargo, desde inicios del siglo XXI, la dirección estuvo a cargo de laicos, siendo la educadora María Elena Ramos la directora en 2002. A lo largo del tiempo su oferta pedagógica no ha variado aún con los cambios como Colegio Técnico Experimental y sus variantes para nocturna como Centro Educativo Ocupacional y Centro de Educación Técnico Productiva. Desde 2013, los oblatos de María Inmaculada invitaron a la Diócesis de Carabayllo a administrar el colegio.
Como uno de los colegios más antiguos de Comas, el colegio técnico Jesús Obrero continúa hasta la actualidad con el objetivo de educar a través de la fe y desarrollar en sus estudiantes las capacidades necesarias para insertarse en el mundo laboral.
Fuentes:
- Boulay, B. (2014). Colegio Jesús Obrero. Primeros 35 años (1962-1997). Cooperativa de Ahorro y Crédito.
- Tacunan, S. (2018). Iglesia y educación. La historia de los colegios Presentación de María y Jesús Obrero de Comas. Fondo Editorial de la Universidad Católica Sedes Sapientiae.