En el año 1906, gracias a la labor de la educadora estadounidense Elsie Wood (1868-1954), se funda en Lima el colegio Lima High School. Esta institución adoptó una metodología de enseñanza basada en los preceptos de la Iglesia Metodista, con el objetivo de «ayudar a las alumnas a formar una relación íntima y vital con Jesucristo y aplicar los principios cristianos en su vida». La meta era establecer, desde una perspectiva cristiana, el más alto nivel de excelencia académica.

La labor de la familia de Elsie Wood fue significativa, en particular gracias a la contribución de su padre, Thomas Wood, quien inició su trabajo años antes en apoyo a la obra misionera protestante y metodista, especialmente en el ámbito educativo. Thomas Wood fundó una red de escuelas en el Callao en 1891, las cuales posteriormente se unieron para formar el Callao High School (secundaria) y la Escuela Anglo-americana del Callao (primaria). La iniciativa de Thomas Wood en la educación dejó un impacto duradero y sentó las bases para el compromiso continuo de la familia en la promoción de la enseñanza en el contexto de la misión metodista. 

Alumnas de Sección Media. Prospecto Lima High School 1928.

Con el respaldo de la Woman’s Division of Christian Service of the Methodist Church, Elsie Wood logró obtener un primer local en la antigua Plaza de la Inquisición (actual Plaza Bolívar). Después de la salida de Wood, el colegio experimentó una etapa inestable, ya que la entidad patrocinadora no designó a ninguna misionera para dirigir la institución. En este período, la misionera Margaret Nordahl, esposa del Director del Callao High School, asumió la dirección de manera temporal. La señal de esta inestabilidad se manifestó en los continuos cambios de ubicación. Inicialmente, el colegio se trasladó a un local en la Plaza San Francisco y posteriormente a otro en la Calle Mariquitas. En 1916, se estableció en una antigua casa cerca de la Avenida La Colmena. 

La tranquilidad para este colegio llega con la presencia de Beryl Lovejoy en 1916, misionera educadora que estuvo en Buenos Aires. A pesar de esto, el colegio experimentó otro cambio de local, esta vez a un edificio en La Colmena. Este período de transformación y reubicación marcó una fase crucial en la historia del colegio, con la llegada de Lovejoy representando un punto de estabilización en su dirección. 

En 1932, gracias a la labor de su directora Gertrude Hanks y sus alumnas, el colegio adquirió su actual edificio ubicado en la Avenida 28 de Julio, en el Cercado de Lima, un espacio más adecuado para satisfacer las necesidades de sus estudiantes.

En sus primeros años, la labor de la entidad educativa estuvo orientada a la formación de mujeres para su futuro desarrollo, altamente elogiable, especialmente considerando la sociedad de esa época, que estaba completamente dominada por hombres. Gertrude Hanks (1960, p. 4), directora de la institución a los 25 años, recuerda que «unos años antes no había instrucción secundaria para mujeres y hubo que sostener una verdadera lucha para conseguirla». Además, agrega que «era mal visto que las mujeres trabajaran, y tanto la joven que aceptaba una colocación como su familia enfrentaban la crítica y el ostracismo social». 

La institución desempeñó un papel crucial al desafiar las normas sociales de la época y proporcionar educación secundaria a mujeres, contribuyendo así a cambiar la percepción sobre el papel de las mujeres en la sociedad y brindándoles oportunidades educativas que antes eran limitadas. 

La labor de la educadora peruana Elvira García y García es rescatada por Gertrude Hanks en sus memorias de 1956 (p. 33), quien la coloca «en la avanzada de las mujeres que luchan por los nobles ideales femeninos». Destaca que «fue la Srta. Elvira García y García, quien, venciendo toda clase de obstáculos, estableció por primera vez la instrucción secundaria para mujeres en el Liceo Fanning». 

El colegio, según su prospecto de 1928, destacaba que además de las materias habituales, ofrecía cursos especializados como inglés, economía doméstica y, especialmente, comercio. Dentro de este último, se impartían clases de Mecanografía, Taquigrafía, Aritmética Comercial y Teneduría de Libros (contabilidad). El objetivo era proporcionar a las futuras egresadas un desarrollo más profesional que les permitiera desenvolverse con habilidad en el mundo laboral. Estas iniciativas reflejaban la visión de la institución de preparar a las mujeres para roles más allá de lo tradicionalmente esperado en la sociedad de la época, ofreciendo oportunidades educativas orientadas a la capacitación profesional y el empoderamiento.

Sección Comercio. Prospecto Lima High School 1928

“En esta época y en todo el mundo la educación y ensalzamiento de la mujer es muy importante. La mujer tiene que ayudar al desarrollo de su país…Ella ocupa un lugar de distinción no solamente en el hogar, sino también el en colegio, en la oficina y en la sociedad”. (Colegio María Alvarado, 1960).

Pronto, la institución comenzó a cosechar resultados satisfactorios en términos de logros. Muchas alumnas lograron ingresar tanto a universidades nacionales como extranjeras, asegurándose luego puestos destacados en diversas entidades. Estos éxitos proporcionan una perspectiva del cambio en el rol de la mujer en la sociedad, ya que empezaron a ocupar posiciones que anteriormente estaban reservadas principalmente para los hombres. Este cambio cultural se volvió más significativo en la primera mitad del siglo XX con la visión de un mundo más moderno y equitativo para las mujeres. 

Pocos años después de la apertura de su último local, la institución experimentó un cambio de nombre a Colegio María Alvarado. Este cambio se debió a una ley que invalidaba los nombres extranjeros para las instituciones educativas, requiriendo que adoptaran nombres en castellano (Ley de 1938). En la actualidad, el colegio ofrece educación tanto para niñas como para niños, reflejando su adaptación a las normativas y la evolución de su enfoque educativo a lo largo del tiempo. 

Vista del Colegio María Alvarado (2014). Foto de Leyla Gonzáles Eléspuru. EXALMA LHS.  

Fuentes

  • Lovejoy, B. (1916). Informe del Lima High School, de la Sociedad Misionera de Señoras de la Iglesia Metodista Episcopal. Actas de la Octava Reunión de la Conferencia de la Iglesia Metodista Episcopal (30 noviembre-3 diciembre), pp. 24-26.
  • Colegio María Alvarado (1928). Prospecto del Lima High School. Edición Fotograbados C.F. Southwell.
  • Colegio María Alvarado (1960). Guía de la Alumna del Colegio María Alvarado. Editorial Pacific Press. 
  • Fonseca, J. (2003). Educación para un país moderno: el ‘Lima High School’ y la red educativa protestante en el Perú (1906-1945). Ponencia en XXIV International Congress of the Latin American Studies Association, Dallas, Texas. 
  • Hanks, G. (1956). Veinticinco años en el Perú. Colegio “María Alvarado” (Antiguo Lima High School). Bodas de Oro. Asociación de Ex Alumnas. Lima, Editorial Gráf Paulsen. 
  • Ministerio de Educación Pública – Dirección de Enseñanza Secundaria, Resolución Ministerial No. 1353 (20 de julio de 1938)
  • Ministerio de Educación Pública – Consejo Nacional de Educación, Resolución No. 39 (27 de febrero de 1942).  
  • Colegio María Alvarado. Web Institucional.

Foto portada: Logo del Colegio María Alvarado. https://www.lhs.edu.pe/

Texto basado en el estudio de Canal Museal. Edición final: Luis Sime Poma